martes, 2 de noviembre de 2010


Estos conjuntos de botones presentan algunas diferencias, pero la mayor parte de las diferencias se encuentran al interior de cada grupo.
Con la especie humana pasa algo similar.
La mayor parte de la diversidad genética se encuentra al interior de cada grupo humano, cualquiera que este sea, y las diferencias intergrupales son muy pequeñas.


1 comentario:

  1. Ya hace tiempp que esta falacia, conocida como falacia de Lewontin, ha sido refutada. Actualícese.
    La refutación más conocida ha corrido a cargo del genetista Anthony William Fairbank Edwards. Tuvo lugar en su artículo de agosto de 2003, “Human genetics diversity: Lewontin´s fallacy”, publicado en el volumen 25 de la revista Bioessays. No obstante, es necesario señalar que en abril de 1977 se dio otra refutación, con argumentos similares, de la falacia de Lewontin por parte de Jeffrey B. Mitton en su artículo "Genetic Differentiation of Races of Man as Judged by Single-Locus and Multilocus Analyses", publicado en el número 111 de la revista The American Naturalist. Y nuevamente, por este mismo autor, en "Measurement of Differentiation: Reply to Lewontin, Powell, and Taylor", publicado en el número 112 de la misma revista, The American Naturalist, ya en 1978.

    La refutación se basa en el argumento de que la mayor parte de la información que distingue a las poblaciones se halla en la estructura de correlación de los datos y no en la mera variación de los datos individuales, como Lewontin pretende.

    El argumento de Edwards es que los alelos (recordemos, forma de presentarse cada gen) más frecuentes en una determinada población en un locus y los alelos más frecuentes en esa misma población en otro locus están correlacionados.

    Una forma intuitiva de comprender esto sería la siguiente: Lewontin tenía en cuenta a la hora de sostener su tesis tan solo la cuestión más puramente cuantitativa del asunto, el material genético básico, el “cemento”. Mitton y Edwards introducen en su análisis el aspecto cualitativo de la cuestión, la “estructura”, la configuración que este material genético básico toma, logrando así una comprensión mucho más completa de la realidad.

    Por si a alguien le cabe alguna duda de la veracidad del método de Mitton y Edwards, es importante señalar que los individuos pueden ser clasificados correctamente en razas utilizando las mencionadas correlaciones entre los alelos de diversos locus.

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